viernes, 10 de julio de 2009

HACER SUFICIENTE EJERCICIO

Magíster Juan Richard Castro Lujan

“No existe ningún fármaco actual no en perspectiva que puede ofrecer tanta garantía de buena salud como una vida de ejercicio físico regular”






Algunas personas piensan equivocadamente que como no tienen problemas de peso, no necesitan hacer ejercicio. Sin duda, un programa regular de ejercicios puede beneficiar mucho a las personas obesas y con sobrepeso, pero aunque ese no sea su caso, incrementar la actividad física de seguro mejorará su salud general y le ayudará a prevenir enfermedades graves, entre ellas determinados tipos de cáncer. Varios informes recientes muestran asimismo que el ejercicio físico puede reducir la ansiedad e incluso prevenir la depresión. De hecho, son muchas las personas delgadas que sufren de tensión mental y emocional, enfermedades cardiovasculares, diabetes y otras dolencias agravadas por la inactividad. Por tanto, tenga problemas de sobrepeso o no, le conviene aumentar su actividad física si lleva una vida sedentaria.
¿Qué es un estilo de vida sedentario?
¿Cómo puede saber si hace suficiente ejercicio? Existen diversas opiniones sobre qué constituye un estilo de vida sedentario. No obstante, casi todos los especialistas en salud concuerdan en ciertas características generales que se cumplen en la mayoría de las personas. Varias instituciones relacionadas con la salud consideran que llevan una vida sedentaria quienes.
1) No hacen ejercicio ni practican alguna actividad intensa un mínimo de treinta minutos tres veces a la semana.
2) No se mueven su tiempo de ocio
3) Raras veces caminan de 100 metros en un día,
4) Permanecen sentados la mayor parte del tiempo que están despiertos
5) Tienen un empleo que exige poca actividad física.

¿Hace suficiente ejercicio? Si la respuesta es negativa, remedie la situación hoy mismo. “Pero es que no tengo tiempo”, quizás diga. Por las mañanas se levanta demasiado cansado. Empieza El día y apenas dispone de tiempo para arreglarse y llegar al trabajo. Y por la noche, después de una larga jornada, siente que le faltan fuerzas para hacer ejercicio y todavía le quedan muchas tareas pendientes.

O tal vez pertenezca al nutrido grupo de quienes empiezan a hacer ejercicio, pero se rinden tras unos cuantos días porque les parece demasiado agotador o porque después se sienten mal. También están quienes lo evitan por que piensan que mantenerse en forma exige extenuantes ejercicios con pesas, largas carreras diarias de muchos kilómetros y elaboradas sesiones de estiramientos.

Y luego están el costo y los aparentes inconvenientes. Para correr se necesita ropa y calzado apropiado y para fortalecer los músculos pesas y aparatos especiales. Hacerse socio de gimnasio puede resultar caro, y los desplazamientos toman tiempo. Ahora bien, nada de todo esto debería impedirle llevar una vida activa que beneficie su salud.

Póngase metas realistas
Si decide emprender un programa de ejercicios, ante todo no se ponga metas poco realistas. Comience despacio y vaya aumentando la intensidad poco a poco. De un tiempo a esta parte, los científicos se han percatado del valor del ejercicio físico suave y moderado, y recomiendan a las personas sedentarias que incrementen su actividad de forma gradual. Por ejemplo, el boletín UC Berkeley Wellness Setter una publicación de la Universidad de California sobre nutrición, la buena forma física y el control del estrés aconseja empiece incorporando unos cuantos minutos de mayor actividad al día, y vaya aumentando hasta llegar a treinta minutos todos los días o, de no ser posible, varios días la semana”. Según dicho boletín, “basta con realizar las actividades normales como caminar y subir por las e caleras con más frecuencia, duran más tiempo o a un ritmo más rápido

Quienes empiezan deben centrarse en la regularidad más que intensidad. Sólo cuando hayan desarrollado fuerza y resistencia, pueden aumentar la intensidad de los ejercicios ¿Cómo? una posibilidad es dedicando más tiempo a actividades fuertes tales como caminar a paso ligero, correr subir escaleras o montar bicicletas y para completar un programa equilibrado con el tiempo podrían incorporarse pesas ejercicios de estiramientos. Recuerda, no obstante que muchos expertos en salud discrepan e la máxima de que “si no duele no hace efecto” Así pues para reducir el riesgo de sufrir lesiones y evitar el agotamiento y desánimo que empuja a muchos de abandonar el ejercicio manténganlo a un nivel cómodo.

Sea regular
A quienes nunca parecen tener tiempo para la actividad física les interesara saber que según el boletín Wellness Letter “los beneficios de breves periodos de ejercicio a lo largo del día son acumulables. Esto quiere decir que tres sesiones de diez minutos de duracion resultan casi tan provechosas como una de treinta minutos” por consiguiente, no hace falta dedicar muchas horas a ejercicios intensos para que la salud mejore significativamente. De acuerdo con un informe de la revista The Journal of the American Medical Association, los investigadores han descubierto que “la actividad física suave o moderada, al igual que la actividad” intensa, reduce el riesgo de padecer enfermedades coronarias”.
Ahora bien, la regularidad es fundamental. Teniendo este detalle presente, consulte su calendario y marque días y horas concretas para hacer ejercicio. Tras unas cuantas semanas, verá que ese horario de ejercicios regular se ha hecho parte de su vida. Y cuando observe los buenos efectos en su salud, es posible que empiece a esperar con alegría sus sesiones de actividad física.

Una vida activa es una vida mejor
Aunque es cierto que tan solo treinta minutos de ejercicio diario ya ejercen un efecto positivo en la salud, las recomendaciones médicas más recientes indican que es mejor dedicarle. más tiempo. Para una buena salud cardiovascular, en la actualidad se aconseja hacer hasta una hora de actividad física al día. De nuevo, esta meta puede alcanzarse con varias sesiones breves repartidas a lo largo del día. Según la revista C’anadian Family Physician, “en estos momentos se recomienda acumular diariamente hasta sesenta minutos de actividad. A fin de obtener algunos beneficios para la salud, no parece importar cómo se acumulan dichos minutos”. Esta misma revista médica declara: “Aunque diversas investigaciones han demostrado que el ejercicio fuerte influye en la disminución de la mortalidad por todo tipo de causas, hoy día se concede más importancia a fomentar el ejercicio moderado”.

En resumidas cuentas, el cuerpo ha sido diseñado para moverse y realizar ejercicio físico con regularidad, por lo que su salud se resentirá si lleva una vida sedentaria. Y no hay vitamina, fármaco, alimento ni procedimiento quirúrgico que pueda reemplazar esa actividad necesaria. Asimismo, hay que aceptar que un buen programa de ejercicios, moderados o fuertes, en sesiones breves o largas, exige tiempo. Tal como se busca tiempo para comer y dormir, hay que buscarlo para mantenerse activos físicamente. Alcanzar este objetivo requiere autodisciplina y una buena organización personal.

Cualquier programa de ejercicios conlleva dificultades. No obstante, los inconvenientes y molestias de llevar una vida activa resultan insignificantes si se comparan con los peligros de una vida sedentaria. Así pues, haga ejercicio, sude un poco de vez en cuando y ponga a trabajar esos músculos. Su premio bien puede ser una vida sana y duradera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario